jueves, 10 de noviembre de 2011
Hablo y camino
Hablo y camino. Me alimento. Bebo. Prendo y apago la computadora. Camino. Hablo. Veo a los gorriones disputar por unas migas en el patio. Riego las plantas. Me ducho en las mañanas. Lavo los platos. Cocino. Hablo y camino. Observo con alguna atención el escote de ciertas mujeres. Hoy vi a una camarera que se había tatuado una rosa pequeña en uno de sus pechos. Camino y hablo. Doy clases de tal o cual cosa. Voy y vuelvo del trabajo en bicicleta. Abro y cierro la puerta. Dejo pasar al gato. Respiro. A veces llueve. A veces sale el sol. Estoy atento a ese tipo de cosas y a muchas otras igualmente banales. Camino y hablo. ¿Significa eso que estoy vivo?
L.
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