martes, 8 de noviembre de 2011

Llorar


Conviene llorar bajo la ducha. Las ventajas son obvias. Hay una mezcla del agua potable con el agua salada que brota de los ojos. El proceso es mudo e imperceptible. El torrente de lágrimas y el que sale de la ducha se engrosa notablemente. La potencia del agua contribuye al acto de limpieza. Dicen que las lágrimas son mejores que el jabón. La tristeza, en conclusión, es higiénica y liberadora. Conviene, por eso mismo y de tanto en tanto, ducharse en llanto.
L.

No hay comentarios:

Publicar un comentario