sábado, 12 de noviembre de 2011
Pocos pero buenos
No necesitamos grandes multitudes a nuestro alrededor. ¿Por qué tanto miedo a la divina soledad? Unos pocos y buenos está bien. Las mayorías votan a Hitler o creen en la espiritualidad y los ángeles de cartón. Las mayorías hipócritas se mandan flores por Facebook y nadie está dispuesto a hacer nada por el otro. Pero esos pocos sí. Esos pocos están y estarán hasta el fin. No salen en los diarios, no figuran en las fotitos de las redes sociales, no los vemos seguido. Pero de ellos depende lo esencial de nuestra la vida.
L.
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