miércoles, 18 de enero de 2012

Todos quieren todo

Todos quieren todo. Nadie se conforma. Es todo o nada. El mar y la montaña, lo dulce y lo salado, lo seco y lo húmedo, lo frío y lo caliente. Pero así no se puede. Quiero ser libre, dice un amigo. Libre por completo. Sólo quiero disfrutar, dice una compañera del trabajo. Agrega que le gustaría, en vez de estudiar el 18 Brumario para la facultad, pasársela de fiesta en fiesta, conseguir novio y tomar fernet con Coca o vodka con Speed. El sueño de la vida ilimitada. Principio del placer y nada más. Pero eso no es posible. Y hasta es buena esa limitación. Todo es nada. Y nada...no parece un buen plan. Pero además, ¿cuál es el problema con las partes? 
L.

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