Gota a gota este blog se agota. Lo que importaba decir ya fue dicho. Y lo que no importaba ni importa, ¿para qué decirlo? Leyendo blogs en la red la sensación de inutilidad se refuerza en nosotros. Las confesiones íntimas, que acá evitamos, suelen estar acompañadas de decenas de comentarios entusiastas. Sobrevuelan seducciones y fantasías de contactos. Suspendelviaje no va por ese lado y no irá. Nos acompaña siempre un grupo de fieles seguidores que, sabemos, siguen ahí. ¿Qué hacer entonces? ¿Convertir este espacio en un muro de frases solemnes como hacen tantos blogueros cultos, leídos e inspirados? ¿Reproducir textos de gente reconocida y segura? ¿Suspender el viaje al menos por un tiempo? No sería mala idea.
La misión está cumplida y, gota a gota, este blog se agota.
L.
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