Desde ayer se supone que siguen este blog 417 personas. La cifra impresiona. Son más que diez. Pero bien mirada la cosa no podemos engañarnos. Nadie sigue a nadie en estos tiempos de individualidad al palo. Alguno pasó, le gustó algo y se anotó ahí abajo como muestra de adhesión. Eso está bien para nosotros. No pedimos más. O sí. Nos gustaría leer más comentarios al pie de los posteos a ver qué tal. Nos gustaría hacer de este lugar un sitio interactivo (la palabra está de moda) donde gobierne el ida y vuelta. Los blogs están en retirada como Quijote antes de volver a ser Alonso Quijano. Y el tiempo apremia. Volver a los 417/ después de vivir un siglo/ es como descifrar signos/ sin ser sabio competente. Fin.
L.
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