El diálogo (lo dijimos acá en ocasiones diversas) está sobrevalorado. Las conversaciones no llevan lejos. Tampoco los silencios. Mucho menos las medias palabras. O los rodeos. ¿Cómo entonces pueden entenderse las personas, las parejas, los amigos, los padres con sus hijos y los poetas? Quizás no se trate de entenderse sino de saber. Quizás no se trate de buscar sino de encontrar. Hablar menos entonces. Antes y después de la palabra...el acto.
L.
No hay comentarios:
Publicar un comentario