martes, 10 de mayo de 2011
El sabio no tiene ideas
Fuimos educados en la idea de plantearnos proyectos, planes, metas claras. Mucha gente se obsesiona con eso. Proyectos, planes, objetivos. Para colmo debemos actuar siguiendo siempre una finalidad. En ese camino, se dice también, no hay tiempo para el deseo. Los antiguos chinos pensaban distinto. El sabio no tiene ideas, decían. Pero está dispuesto a tenerlas. ¿Qué significa eso? Que no se mueve en base a proyectos, planes preconcebidos, duras estructuras del pensamiento occidental. Qué linda sería la vida liberada de metas y proyectos. Cuántas cosas hermosas haríamos sin ponerle nombre de familia, empresa, compra, asignatura, etapa o estrategia. Se podrá argumentar que nada pueden enseñarnos los chinos. Cuidado con eso. China avanza en silencio y de manera incesante. Sin planes. Sin proyectos. Sin ideas. Sólo acciones.
L.
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