Me dice una alumna de escritura que prefiere primero leer mucho, prepararse bien, y recién después dedicarse a escribir. Le dije que las dos cosas son igualmente importantes. En caso contrario los estudiantes y graduados de la carrera de Letras, por ejemplo, serían grandes escritores. Y no es así. No lo es en la mayoría de los casos. El tema es más amplio de lo que parece. ¿Están preparadas las mujeres para parir? ¿Ensayaron los padres para ser padres? ¿Y las parejas? ¿Tienen algún entrenamiento previo para la convivencia? Ninguno. Deben arrojarse a la pileta aunque no tenga agua y ver qué pasa. De nada sirve leer y estudiar el libro Técnicas sexuales modernas, por mencionar uno, sin ejecutar el acto. Por eso dice Kundera que la escritura tiene una ventaja que la vida no tiene. Y es la posibilidad de escribir infinitos borradores antes del texto definitivo. Lo real no permite esa práctica. Todo se hace por primera vez. Hasta lo que se hizo siempre. No hay ensayo. Hay vida.
L.
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