lunes, 30 de mayo de 2011

Mejor perderse I


A veces perderse es la mejor manera de encontrarse. Perderse o desviarse del sendero que otros nos marcaron. Otros. Familia, religiones, maestros, periodistas, amigos, héroes, políticos, dioses, presuntos dueño del sentido. La vida, lo hemos escrito muchas veces, no tiene un sentido predeterminado. Somos nosotros los que inventamos un sentido propio por la vía del absurdo. Lo hacemos con los pies al caminar. Lo hacemos contra el viento y sin ostentación. Con los pies, con las manos y hasta con los genitales. Nada resulta demasiado claro. Nada resulta demasiado oscuro. Y donde se ponen los pies -dice el poeta Jorge Teillier- desaparecen los caminos.
L.

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