miércoles, 25 de mayo de 2011

La oscuridad de las mujeres


El título de este post ya entraña el riesgo cierto de la generalización. Iba a titularlo el alma oscura de las mujeres. No me gustó cómo sonaba. La oscuridad de la mujer tampoco iba bien para este caso. Finalmente llegué a una formulación definitiva y, a mi juicio, más adecuada. La oscuridad de las mujeres. Pero...¿quién soy yo para suponer que existe algo llamado las mujeres? ¿y de qué maldita oscuridad estoy hablando? Seré breve. Pienso que algunas mujeres, no todas, por lo menos algunas, pasan sus días en un estado de grieta, siempre al borde de la desesperación, angustiadas, insatisfechas, raras, etcétera. Debo resumir. Hablo de aquellas que establecieron algún tipo de contacto fuerte consigo mismas, es decir, mujeres superiores. Porque también están las que se limitan a cumplir papeles asignados por la historia, la cultura, la sociedad, los hombres o la televisión. Creo haberme introducido en un pozo. Voy a salir. Quiero decir, en conclusión, que la oscuridad de las mujeres resulta mucho más interesante y seductora que la claridad de los varones. ¿La claridad de los varones? Mejor termino acá.
L.

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