Ayer, un poco a las apuradas, escribí un post acerca de la gente importante. El texto resultante no fue feliz, para decirlo con elegancia, y eso fue captado a tiempo por un lector anónimo escribiendo al pie la palabra malísimo. De inmediato releí lo que había escrito y concluí que, en efecto, el post era pésimo. Lo borré enseguida y asunto arreglado. Invito a los lectores que tengan ganas de ayudar a que hagan lo mismo que ese anónimo. Que critiquen, que propongan, que insulten si hace falta. Los que hacemos este blog no estamos enamorados de nuestras producciones. Al contrario. Dudamos siempre. Nuestra aspiración es hacer y sostener un lindo espacio pero a veces fallamos en los textos, en la publicación de fotos inconvenientes (muchos desnudos) o en ponernos a opinar demasiado pronto sobre cosas que merecen más tiempo. En fin. Eso. La poesía -como decía Lautréamont- debe ser hecha por todos.
L.
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