Algunas personas se toman demasiado a pecho el discurso capitalista. Dicen por ejemplo que han perdido tiempo en tal o cual cosa. Dicen que esas horas debieron ser usadas para algo útil, práctico y necesario. Ahí aparece otro término empresarial de moda. Lo útil. Lo que sirve. No contentos con ello agregan después la ecuación costo/beneficio. Se va perdiendo lo humano entre tanta jerga de contadores. O quizás eso sea lo humano. En tal caso convendría ser planta, pez o caballo. Mejor perder el tiempo, hacer cosas inútiles, aceptar una vida placentera y erótica sin esperar ganancias al final del camino. ¿Por actuar con tanta indolencia seremos expulsados del paraíso? Mejor. Los que estuvieron ahí dicen que es aburrido y, encima, una enorme pérdida de tiempo.
L.
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