Mientras podamos rectificar caminos errados o tortuosos puede decirse que aún quedan opciones. Cualquiera se manda una cagada, como decimos acá vulgarmente. Cualquiera repite comportamientos que lo dañan y dañan también a los otros. No somos ejemplos de nada. Pero no todo está perdido si aún así permanecemos despiertos, si nos observamos atentamente, si, luego de romper los platos, detectamos el problema y somos capaces de retroceder al menos un tramo. Rectificar. Volver atrás. Única forma de retomar el camino con un mínimo de salud y, por qué no, dignidad.
L.
No hay comentarios:
Publicar un comentario