El arte salva. Para eso, para salvarnos, llegaron en la mitología griega el dios Eros y la diosa Afrodita. Esta última, dicen, nació de un mar cuya espuma era esperma. Semilla y semen. Agujero negro y estrellas. Amor loco. Lo imposible. El arte es música y encanto. Nos saca de la tontería cotidiana. Salimos de un recital, del cine, de una muestra de arte y en casi todos los casos salimos mejor acompañados, menos solos, más tranquilos si estábamos angustiados, menos rabiosos si estábamos enojados. El arte pacifica por un efecto relacionado con la experiencia del ser. El arte nos pone en falta y nos devuelve a un lugar de origen, silencio y liberación virtuosa de los sentidos. Belleza y eros. ¿Qué más podemos pedir?
L.
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