Hay que salir de la caverna para entender la caverna. En esto pensaba. Salir para entrar y entrar para salir. El doble movimiento permitiría ver, querer a alguien, aprender algo y hasta enseñarlo. El principio es aplicable a cualquier cosa. Salir del amor para entrar en él. Fundirse con el mundo pero dejando un pie afuera. Puede también desarrollarse una lectura sexual del postulado. Y hasta una interpretación política. Pero volviendo a la afirmación inicial, ¿hay alguien realmente interesado en conocer la caverna? ¿O la idea predominante es cerrar los ojos a toda oscuridad?
L.
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