El amor, cuando es amor, come panes desesperados. Sabe que nada es para siempre y se jacta de saberlo. El amor, cuando es amor, abreva en los jugos más agrios y también en los más dulces. Los amantes se ocultan en la secreta casa de la noche y en el lado oscuro de la cama. La fiesta es íntima. Es obscena. Dos invitados apenas. Sobre los cuerpos desnudos caen solitarias y mudas las hojas. El amor, cuando es amor, está en el mundo para olvidarse del mundo.
L.
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