viernes, 23 de marzo de 2012

Consignas de escritura


John Cheever, el brillante narrador estadounidense, dictó algunos talleres de escritura durante un breve y accidentado pasaje por la Iowa University. Lo primero que el autor de La geometría del amor les pedía a sus alumnos era la redacción de un diario íntimo que abarcara por lo menos una semana y en el que aparecieran registradas todas las experiencias del estudiante. Sentimientos, sueños, orgasmos, ajustadas descripciones de la ropa y los colores de las botellas vacías o a vaciar, especificó. El segundo paso consistía en la escritura de un cuento en el que siete personas o paisajes que aparentemente no tuvieran nada que ver aparecieran inevitable y profundamente relacionados entre sí. Su ejercicio favorito proponía la composición de una carta de amor como si se la estuviera escribiendo desde un edificio en llamas. “Nunca falla”, dijo Cheever a sus colegas. Hoy, quizás, habría que pedir un mail o, mejor aún, un mensaje de texto o acaso un twitt...
L.

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