martes, 20 de marzo de 2012

El arte de contar

Contar algo, no sé, una película o un recuerdo, no es tarea fácil. No lo es de ninguna manera. ¿Y para qué habría que contar algo? Sé que no es buena pregunta pero sirve aquí a manera de disparador. Por qué es o sería bueno contar algo ya sea por escrito o en una reunión de amigos. Esto vale para situaciones que nos hayan ocurrido o para aquellas que desearíamos que nos hubieran ocurrido. No sé cómo seguir en este punto. Voy a intentarlo. Desde el psicoanálisis se dice que un hecho traumático no cristalizado en palabras (metáfora) va a repetirse infinitas veces, es decir, si no consigo traducirlo al lenguaje el hecho, por lo general dañino, será actuado, algo así como volver al lugar del crimen. Este posteo se está haciendo aburrido y difícil. Debo terminarlo de una vez. El arte de contar es el arte de vivir. Es darle sentido a una vida que no lo tiene. Narrar nos enriquece, nos acerca al caos para imaginar, al menos eso, un mundo organizado como una secuencia falsa. Un hombre con historia ya es un hombre. Una mujer con historia es toda una mujer. La escritura del recuerdo, soñado o real, puede ser reescrita muchas veces. Quedará por fin una única palabra que no podremos olvidar nunca.
L.  

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