L.
martes, 13 de marzo de 2012
Unión libre
Los poetas surrealistas, hombres casi todos, alababan algo que llamaban el poder eterno de la mujer. Tenían una visión ilimitada del amor erótico y existencial. Situaban el encuentro libre entre hombre y mujer en una especie de centro cósmico, físico y espiritual. La fe en el amor resiste y debe oponerse a las decepciones y fracasos. Eso decían. Suponían que perder esa esperanza era equivalente a cometer una falta grave. En la capacidad de entrega al otro u otra reside nuestra verdad esencial. André Breton, fundador del movimiento, defendía la unión libre de cualquier institución ajena a sus impulsos. Sostenía la idea de que los sexos sólo sobreviven en comunión. Y que miran su entorno siempre con miedo, es decir, con ojos de bosque eternamente amenazado por el hacha.
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