jueves, 27 de diciembre de 2012

2013

Ya se acerca el río con sus hachas. El río del tiempo. Un salto a la tercera o quinta orilla. Uno puede hacer como que el tiempo no existe. No hay segundos ni horas ni minutos. El paso de los años es una construcción cultural, mañana es ayer, ayer es dentro de diez años, un instante resume a todos, el futuro ya llegó. Pero las vidrieras influyen. La locura en las calles. El desasosiego del fin-principio. Año nuevo. Un número cualquiera. Y el pescado como siempre sin vender. Y el pecado como siempre cometido a medias.
L.

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