jueves, 27 de diciembre de 2012

En un agujero en el suelo


En un agujero en el suelo vivía un hobbit. No era un agujero húmedo, sucio, repugnante, con restos de gusanos y olor a fango. Ni tampoco un agujero seco, desnudo y arenoso sin nada en que sentarse o que comer. Era un agujero hobbit y eso significa comodidad....Así empieza la hermosa novela de Tolkien, la que abre la saga de El señor de los anillos. Es un comienzo perfecto y potente. No hacen falta las tres horas de película que se hicieron sobre la base del libro. El párrafo alcanza y sobra. Cine y literatura. Dos lenguajes en pugna.
L.

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