Leo en una revista científica el caso de la abnegada hormiga brasileña Forelius pusillus. No sin sorpresa los expertos en comportamiento animal descubrieron que al anochecer las hormigas de esa especie defienden el hormiguero bloqueando con arena todas las entradas. Unas ocho obreras permanecen afuera hasta concluir el trabajo. Y ahí mueren antes del amanecer. Se trataría del primer ejemplo conocido entre los animales de sacrificio realizado apenas como prevención y no como respuesta ante una amenaza inmediata. Los humanos, como las Forelius pusillus, son muy dados al sacrificio. Pensemos en Cristo, en Guevara, en Allende. Nunca se sabe. Quizás la inmolación tenga un sentido. Salvar el hormiguero. Salvar la dignidad así la muerte sea el único premio concedido al amanecer.
L.
No hay comentarios:
Publicar un comentario