lunes, 24 de diciembre de 2012

La previa

Según pude confirmar en wikipedia la noche buena es una especie de instancia previa al nacimiento de Jesús quien, al parecer, vuelve a nacer todos los años el 25 de diciembre, es decir, a una hora indeterminada del día de mañana. Ese origen remoto y obviamente dudoso para los que no somos creyentes no deja de tener encanto. Alguien va a nacer y con él algo nuevo y poderoso llegará a un mundo viejo y débil. La idea, dejando de lado los hechos ocurridos, es poética. Más en este mundo donde reinan la guerra, el hambre y las ansias de satisfacción inmediata, consumos diversos, autodestrucción, daño constante a la naturaleza y a la vida en todas y cada una de sus formas. Pero la lucha no termina. La gente no se conforma. Y aún la figura de Cristo puede ser asociada con la subversión de cuerpos y espíritus. Por algo el Jesús histórico expulsó a patadas a los mercaderes del templo. Por algo, cuando los soldados romanos fueron a detenerlo, el Hijo del Hombre preguntó a Juan cuántas espadas había para resistir. Por algo el héroe fue finalmente crucificado de la manera más cruel. Los evangelios aseguran que el muerto resucitó al tercer día. Y ojalá haya sido así. Y ojalá resucitaran Salvador Allende, Ernesto Guevara, Martin Luther King, Rosa de Luxemburgo, Mercedes Sosa, Luis Alberto Spinetta, los treinta mil desaparecidos en Argentina, los 350 mil colombianos asesinados y tantos otros cristos del alma. La vida, bien mirada, es el reino del ojalá. El alabado reino de lo que debía pasar y no pasó.
L.

No hay comentarios:

Publicar un comentario