¿Cabemos todos en el mundo?

La pregunta sirve de título de una nota que acabo de leer en la revista española El País Semanal. Hace un siglo el planeta tenía 1.600 millones de habitantes. Este año seremos siete mil millones. En 2050 las proyecciones anticipan una población de casi diez mil millones de seres. ¿Cabemos todos en el mundo? Vicente Verdú, el autor del artículo, culpa a los pobres por tener muchos hijos (Benedicto XVI, para colmo, sigue predicando que usar forros está mal). Y si bien Verdú admite que los ricos necesitan en parte la multiplicación para obtener mano de obra barata, parece que lo que hace falta ahora es consumidores. Pero, qué pena, los pobres no consumen. Entonces, si lo que se espera es el colapso, si la culpa del futuro catastrófico la tienen los humildes de la tierra, si la especie humana no sobrevive a las aglomeraciones, en fin, ya sabemos lo que conviene. Reducir la cifra poblacional por vía violenta como proponía Malthus en el siglo XIX. Pocos pero buenos. Pocos pero gente linda, millonarios que puedan seguir gozando de sus autos, sus barrios cerrados y sus playas privadas. Sin negros, sucios y feos golpeando a la puerta. Hacia ese horizonte nos lleva el capitalismo salvaje. Aún estamos a tiempo de hacer algo. Socialismo o barbarie.
L.