Historia del blog

Un blog como éste nace de un largo rechazo. De impulsos incontrolables, también, que enseguida se arrepienten y por eso las tan criticadas eliminaciones de posteos. Un blog no puede limitarse al instinto y a la absurda voluntad de decirlo todo. Primero porque ambas cosas son imposibles. Y segundo porque la sana intención puede no entenderse. Internet es un mundo lleno de trampas. Es difícil prevenir la reacción del vecindario. En la historia de este blog ya pasaron muchas cosas. Cuestionamientos, enojos, insultos, amenazas. Hasta tuvimos un caso de acoso sexual y otro de amenazas graves contra los autores. Hubo, también, enormes aportes intelectuales, gente que escribe para avisar de una falta de ortografía o de una frase mal armada. De todo. Impulso y arrepentimiento. Audacia y cobardía. Ganas de decir y ganas, también, de callar para siempre. Un blog como éste no es un blog. Es un espacio libre para el deseo prohibido. Una especie de recreo donde el lector es invitado a desplegar, también, sus fantasías. ¿Sirve el esfuerzo para algo? ¿Sirve escribir, leer, llorar, enamorarse? 
L.