sábado, 7 de mayo de 2011
Parte del asunto
Uno de los puntos más cuestionados de la teoría lacaniana es la provocadora afirmación de que la relación sexual no existe. No, al menos, como absoluto. El postulado molesta sobre todo a los atletas eróticos, a los héroes y heroínas de la cama, a los que suponen que hicieron y hacen todo lo que puede hacerse en ese terreno. Lacan se limitó a decir que el cuerpo del otro es un instrumento del cual apenas una o dos teclas llegan a ser tocadas. Agregó además que no hay fusión ni posesión total sino parcial del cuerpo amado. Una parte se conecta con otra parte y eso sería todo. El fastidio de los críticos probablemente se origine en suponer que el mito de Aristófanes es real. La leyenda supone que el amor es la unión completa o fusión de dos mitades escindidas. El mito es lindísimo. Pero dado que todo no se puede lo único accesible, cabe insistir, es la parte. Por suerte queda toda la vida, o más, para completar el cuadro hasta el fin.
L.
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