Es una linda palabra. Amor. Quizás la mejor de todas las palabras. Amor. No fue inventada ni por Maná ni por Diego Torres. Tampoco por las novelas y películas del ramo. Ya la pronunció Platón y el apóstol Pablo en su famosa carta a los corintios. Ahí el amor es colocado por encima de todas las cosas, la fe incluida. Pero la gente no toma en serio a los grandes pensadores. Desde el comienzo Freud fue atacado por haberle dado demasiada importancia en la vida a la sexualidad vista, claro, como una forma posible y esencial de lo amoroso. Cuando el hombre se enteró se limitó a decir que, para no ofender a nadie, podría usar otras voces y servirse de términos más suaves como, es un ejemplo, erotismo, eros, pasión. Pero no lo hizo primero porque no le gustaba ceder a la estupidez. Y en segundo lugar porque, como sentenció él mismo claramente, se empieza cediendo en las palabras y se termina cediendo en los hechos.
L.
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