Ya conté acá que estoy en Facebook por culpa de un amigo. Me metió ahí sin consultarme y ahora, en fin, quedé pegado. Con todo, la experiencia resultó útil. Pude confirmar que en la mayoría de los casos se trata de un lugar de solos y solas, algo así como te busco de Ciudad Internet o peor aún. Predomina ahí la gente desesperada que no entendió aún que la soledad es algo constitutivo para todo ser humano y que, además, no tiene nada de malo. Al contrario. Es casi un regalo divino. Pero al parecer no es visto de ese modo por un montón de "amigos". Algunos participantes no son así, quiero decir, no tienen ese problema y aprovechan el espacio para difundir actividades e incluso para conseguir trabajo tipo red profesional. Otros están de manera casi oculta lo que también celebro. Hay un grupo de gente inteligente que habla poco pero cuando lo hace lo hace muy bien. Iré dejando Facebook porque pierdo tiempo vital y termino enredado en un sinfín de conversaciones y transacciones que me alejan de mis actividades centrales. Por suerte en unos días vuelve Andrea de Colombia. Ella va a salvarme de las redes. Ella sabe mejor que nadie que quiero seguir siendo un pez en libertad.
L.
No hay comentarios:
Publicar un comentario