sábado, 8 de diciembre de 2012

Obscenidad en el amor

Dice Barthes que en la modernidad lo obsceno del amor, es decir, lo que está fuera de lugar, no se concentra tanto en la zona genital sino en el alma y sus afectos. Lo que se cuestiona es el sentimiento visto con frecuencia como una variante del sentimentalismo barato. El enamorado sería un delirante medio estúpido y anacrónico. La historia, dice Barthes, nos prohíbe ser inactuales. El sentimiento amoroso está pasado de moda y por eso es obsceno. Lo moderno sería el viagra y la buena perfomance en la cama. También la pareja vista como sociedad anónima o una linda compañía. Lo antiguo, lo imbécil, sería llorar o  morir por amor, lo romántico bobo, las rosas caídas al mar. De acuerdo. Muchos de esos gestos afectados y sobrecargados del amor terminan siendo de mal gusto. Pero quien huye del mal gusto, decía don Pablo Neruda, cae en el hielo.
L.

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