jueves, 24 de julio de 2014

Nuevo club


La simple idea de que la vida no es simple molesta a mucha gente. Cada vez que la menciono en un aula, una casa o un baño la sensación general es de fastidio. De nada sirve que cite a los grandes. Por ejemplo a Chéjov quien escribió una vez que no entendía nada de esta vida. Por eso escribía. Para entender al menos algo, un cabello, un beso nunca dado pero soñado, un tren que no lleva a ningún sitio. Vivimos en la era de la gente buena y el pensamiento positivo. Cualquier otra visión se considera proveniente de la gente tóxica. Me hice socio de ese club. El de la gente tóxica. No considero que haya gente sana e inocente, al contrario, en cualquier parte puede abrirse un abismo sin fondo. Los que se consideran buenos, cultos, inteligentes y sensibles son a veces los peores. Prefiero el arte bruto (los que no sepan qué es pueden investigarlo), la crudeza de las carnes, vivir sin filtro o sin demasiado filtro. El lema del nuevo club que acabo de fundar es, precisamente, la vida es compleja. Esto podrá ser visto como una posición nihilista, extremista o anarquista. No importa. Es lo que pienso. No sé qué cosas son las cosas simples de la vida que todos dicen conocer y practicar. No sé nada en realidad. Toda noción del mundo que no resulte extraña es sospechosa, dice o dijo Valery.
L.

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