martes, 22 de julio de 2014

Censura

Dice Freud que al despertar de un sueño censuramos de manera inconsciente lo esencial de su contenido. Borramos lo soñado o dejamos que se borre solo. Algunas personas tratan de suplir la dificultad anotando en un papel todo lo que recuerdan de su largo viaje onírico. Ahí vuelve el pesado de Freud y advierte que las anotaciones se convierten en una nueva forma de censura. ¿Por qué? Porque al registrar el sueño en detalle, a la manera de un informe sumario, lo que hacemos es abrir un enorme abanico que no nos deja ver lo central que se reveló mientras dormíamos. Lo más valioso es lo que queda en nosotros sin anotar y sin pensar en nada. Al dejar todo escrito en un cuaderno el bosque no nos deja ver el árbol. Y, qué pena, es el árbol lo que realmente importa en nuestros sueños.
L.

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