martes, 29 de julio de 2014

Una lógica sin lógica

No siempre dos más dos es cuatro. A veces la suma da cinco. Algunos lectores iniciales o no tan iniciales de textos literarios se enojan a veces con la falta de lógica, dicen ellos, que tienen algunos relatos de ficción. No puede ser, dice alguien, que una joven se muera por culpa de la espina de una flor. Es ilógico, dice uno más, que exista algo llamado hobbit viviendo, para colmo, en un agujero cavado en el suelo. Es imposible imaginar una rosa y que la rosa aparezca realmente sobre la cama. Si la lógica dominante imperara quedarían afuera los sueños nocturnos, la Biblia, gran parte de la literatura mundial, la casi totalidad del arte, el absurdo amor. Sólo podríamos pensar en sacar la basura a la noche, comprar algo para la cena y vivir pegados a la computadora todo el tiempo incluso para leer este blog ilógico. De acuerdo. Pero qué triste sería la vida en tal caso, qué pobre todo, qué inútil, que falta de imaginación, eso, imaginación, lo único que quedará en pie antes del derrumbe definitivo.
L.

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