sábado, 26 de julio de 2014

Uso del tiempo


Corrijo textos y veo que son muchos los alumnos que escriben la letra q en lugar de la palabra que. Escriben gral por general. Ponen km a cambio de la hermosa y distante palabra kilómetros. La preposición de ahora se redujo a d. Los entiendo. Están apurados. No quieren perder tiempo en tonterías. Llamo a una amiga y me dice que no puede hablar porque está en una reunión. Un colega chileno se disculpa por no haber respondido a un mail que le envié hace un mes debido a que en las últimas semanas estuvo muy ocupado. No sé qué pensar. ¿Será que no voy al ritmo de los tiempos? ¿Seré de verdad un viejo como dice Amatista? Es posible. Recuerdo una escena de El Principito, clásico y hermoso libro de Saint-Exupéry, en la cual el niño de cabellos de oro encuentra a un vendedor de píldoras que apagan la sed. Eso supone una gran economía de tiempo, explica el hombre. Los expertos han hecho cálculos. Se ahorran 53 minutos por semana. ¿Y qué se hace con esos 53 minutos?, quiere saber el niño de cabellos de oro. Se hace cualquier cosa, dice extasiado el vendedor. Yo -responde el Principito desde su loca manera de ver la vida- si tuviera 53 minutos para gastar, caminaría despacito hacia una fuente.
L.

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