miércoles, 4 de mayo de 2011

Educación sexual


La cópula humana es un acto estrictamente espiritual. No lo parece debido a la intervención de órganos, volúmenes, protuberancias y fluidos materiales. El engaño se agudiza por causa de la publicidad. El enfoque excluyentemente corporal termina convenciendo a los protagonistas. Muchos de estos últimos creen, en efecto, que están consumando un acontecimiento por completo despojado de pensamientos, sueños, recuerdos, fantasías. Pero no es así. Los últimos descubrimientos de la física cuántica, además de los avances de la ciencia en general, demuestran que el acto sexual no existe como tal. Lo que ocurre en la cama, también en sitios menos convencionales, es un evento de orden místico y casi divino. Sus alcances son difíciles de mensurar. Y hasta lo que llamamos excitación o vulgarmente calentura es resultado de una suma infinita y diversa de factores invisibles cuya enumeración o descripción excedería los alcances de un blog o, incluso, de un manual dedicado a un tema tan complejo como el aquí apenas se ha esbozado.
L.

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