No es difícil identificarse con Mersault, el protagonista de L'étranger, la novela de Albert Camus. El hombre es apático. No entiende las leyes del mundo. Ama a una mujer, María Cardona, sin comprender si realmente la ama. Pero la desea, acaricia sus pechos, le gusta dormir y nadar en el mar con ella. Mata a un hombre porque sí. No entiende por qué debe ser juzgado y ajusticiado. Tampoco entiende por qué debe llorar cuando muere su madre. La sociedad lo juzga. La sociedad no soporta que Mersault actúe de manera no convencional. El personaje es condenado básicamente por eso. Por no hablar ni pensar como lo hace todo el mundo. Mersault es un verdadero antihéroe. Y, a su manera, es también un rebelde existencial. Al mismo tiempo su casi total desinterés resulta irritante. Uno termina enojándose mucho con él. ¿Pero a este hombre no le pasa nada, no siente nada, todo le da igual? No es muy difícil identificarse con el gran personaje de El extranjero. Pero tampoco es fácil.
L.
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