miércoles, 18 de abril de 2012

Duración del amor

Es difícil medir la duración del amor. Freud se animó a calcularla entre dieciocho meses y tres años. Si la atracción se basa en la sorpresa, razonó, mal puede esperarse que la novedad se estire muy lejos. Nada es para siempre. Por la razón que sea la misma persona que nos generó fuertes emociones en un momento deja de hacerlo en otro. Surge entonces una nueva sensación, el apego, basada en la seguridad y el confort que se observa en parejas duraderas. Los enamorados del amor se desesperan ante lo efímero y buscan dos caminos. Cambiar de pareja asiduamente o mantener la estabilidad afectiva depositando la pasión en otra parte. Pero tampoco el adulterio resuelve la cuestión. Shakespeare pensaba que los únicos amores que duran son los que terminan en su mejor momento. Puede ser. También es cierto que a veces los amantes extraen más placer del propio entusiasmo que del objeto inspirador. Ningún camino es perfecto. En este mundo, decía Wilde, hay solo dos tragedias: una es no obtener lo que se quiere. La otra es obtenerlo.
L.

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