viernes, 26 de octubre de 2012

El mundo que viene


Todo parece indicar que se aproxima un mundo feliz. No habrá guerras sino celulares y computadoras adheridas a la piel. Habrá comidas rápidas y super-rápidas. En caso de terrorismo bastará a los gobernantes apretar un botón y acabarán con el problema por vía virtual. Ya no habrá cines ni libros ni amor. Pero la familia seguirá siendo la célula básica de la sociedad. No habrá pobres dado que habrán sido exterminados. Las iglesias seguirán abiertas al igual que los prostíbulos. Un mundo feliz. Ya no habrá diarios porque la informacion circulará por medios más modernos. Ninguna pasión pero mucha alegría a nivel global. Se acabarán las culturas singulares y se pasará a una cultura única, un pensamiento único, una tragedia única. Nadie va a morirse en el mundo que viene. En los cementerios construirán parques de juegos. Los hoteles de citas serán convertidos en call centers de amplio espectro. El sexo no requerirá del encuentro de los cuerpos. No habrá cuerpos en el mundo que viene. La felicidad y el consumo serán sinónimos. Un mundo feliz y un solo problema, menor, sin resolver. No habrá una sola gota de agua para beber.
L.

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