miércoles, 31 de octubre de 2012

Lo alcanzable

Nada es alcanzable por completo. Esa imposibilidad encierra un drama y a su vez una secreta felicidad. Si todo llega, digamos, hasta la mitad, quedará siempre la otra mitad para alcanzar o recorrer o soñar o inventar. Los consumistas se ilusionan con objetos adquiridos a buen precio. Pero la ilusión dura poco y la decepción consiguiente requiere de nuevos y más nuevos objetos de humo y consumo. Algo parecido pasa con los hombres que se jactan de haber poseído a una mujer dado que entraron unos pocos instantes en una zona limitada de su cuerpo. Con el tiempo aprenderán que nadie puede poseer a nadie. No totalmente al menos.  Toda conquista es parcial y toda vida, como bien se sabe, es un mientras tanto de duración variable. ¿Qué hacer entonces? ¿Vivir solamente de imposibles? Lo incompleto, como se ha sugerido, es alcanzable sólo en su condición incompleta. Ahí está el drama. La felicidad secreta de la fábula consiste en el permanente estímulo que se esconde entre lo que se tiene y el deseo, nunca satisfecho, de tenerlo todo.
L. 

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