viernes, 15 de abril de 2011

Dependientes




No se arreglan solos para nada. Ni para freir un huevo, ni para hacer el amor, ni para dejar de hacerlo, ni para separarse, ni para conseguir pareja. Son vida/dependientes. Se aferran a los padres, al novio, a la novia, a un sexo, a una teta, a una carrera, a una droga, a un trago fuerte, a una lapto, a cualquiera que pueda ayudarlos en algo. Las mujeres esperan a un príncipe francés que las salve del desastre. Los hombres buscan una segunda madre o una asistente. Hombres y mujeres quieren un salvavidas. Esto último tendría sentido si al menos se hubieran animado a meterse al mar. Pero no.
L.

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