lunes, 18 de abril de 2011

La sed


Los caravaneros del desierto mueren, a veces, abrazados por la sed. ¿Pero sed de qué? De camellos, tesoros, mujeres, amaneceres, vino, caricias, delicias. Nada de todo eso apaga el enorme deseo que mata a los caravaneros del desierto. Es algo que no tiene nombre. Es, quizás, la sed de tener sed. Sed del vaso y no del agua, diría Vallejo.
L.

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