jueves, 28 de abril de 2011

Mujeres literarias


La Maga, Madame Bovary, la señorita Cora, Medea, Helena de Troya, Scarlett, Beatriz, Yocasta. Ninguna de ellas existe más allá de la literatura. Aunque muchas resultan más reales que las verdaderas. Mujeres de belleza triste o lánguida, valientes heroínas, pobres amantes, víctimas y reinas como la Cenicienta. Hay, claro, excepciones. Una amiga le reprochó a Juan Carlos Onetti la violencia de sus retratos de mujeres. Las vio como corporizaciones de ilusión perdida e inocencia prostituida. El escritor uruguayo asintió sonriente y no se defendió. Tiempo de abrazar, una de sus primeras novelas, cuenta la historia de un amor adolescente en el que había una vampiresa ninfómana -pitonisa, falsa inocente, precoz y omnívora- cuya caducidad el protagonista trata de rescatar de la devastación del tiempo y la edad. La chica es la primera de una larga serie de adolescentes seudovirginales que pueblan los libros de Onetti. Sumas sacerdotisas del amor erótico, dotadas habitualmente de una combinación mórbida de sensualidad y amarga misantropía que las hace a la vez devastadoras e inaccesibles. Mujeres literarias. Serían casi perfectas si fueran reales. ¿Quién no se enamoró para siempre de La Maga? Si andando por esas calles alguien descubre a una mujer que supera en carnalidad y encanto a las mujeres literarias...con esa debe quedarse y amarla y adorarla hasta el fin.
L.

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