Deshago la cama, rutina matinal, con el fin de cambiar las sábanas. Es tarea habitual y la encaro pensando en otras cosas. Como siempre olvidando. Como siempre recordando y asociando libremente. De pronto unas medias de mujer se manifiestan, mudas, en un extremo muy extremo del colchón. Son medias de lana ligeramente arrugadas y sucias. Algunas rayas negras y blancas envuelven el conjunto. Medias de mujer en la cama vacía. Luz de una estrella lejana. Un sol se apagó hace diez mil años. Pero emerge su luz en un extremo de la cama. Luz de medias a medias. Luz de todo lo demás.
L.
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