Toda idea que se entienda claramente es sospechosa. Algo así habían pintado en las paredes los jóvenes rebeldes del Mayo Francés. Hoy que está todo tan claro y evidente para el mundo entero ese graffiti sigue siendo tan subversivo como en 1968. Los libros que más se venden, los diarios más leídos, los noticieros de televisión, los mensajes de texto, la radio y hasta las fotos de perritos que se publican en Facebook son de una obviedad que asusta. No hay lugar para la menor vacilación. Los mensajes son explícitos como una foto pornográfica. Las novelas tienen final anunciado. Las grandes frases terminan siendo insignificantes de tan directas. Nada que pensar. No hay tiempo ya para eso. Ninguna inquietud o sombra. Todo es luz en los tiempos oscuros. Por eso. Si una idea se entiende demasiado claramente es sospechosa. Y la única actitud que resta para los que aún se sienten vivos es, hoy y siempre, dudar de todo.
L.
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