jueves, 5 de abril de 2012

Termas



Ella me escribe desde las termas de la provincia argentina de Entre Ríos. No conozco ese lugar. No sé quién soy ni quién es ella. Supongo que las termas son como los termos, es decir, una acumulación cerrada de agua impura y sanadora. Después están las termitas que son hormigas capaces de comerse a un elefante dormido. Uno puede nadar desnudo en las termas y dejarse llevar como elefante hasta el final. Agua que no desemboca. Uno puede tomar mate junto al río sin quitarse la ropa. Ella me dice que a veces se conecta y a veces no. Supongo que habla de Internet. Pero prefiero pensar que alude a otra cosa, no sé, la conexión con sí misma o con las aguas llenas hasta el culo de recuerdos. La palabra culo no estaba en los planes. Pero apareció y la dejé. Lo mismo ocurrió con las termitas, los termos y los elefantes. Mi cabeza no anda bien. Ella no es más que una invención tibia y ausente como las termas de la provincia argentina de Entre Ríos. ¿Pero qué haríamos sin ellas? ¿De qué viviríamos si todo fuera apenas lo que creíamos o soñábamos tener?
L. 

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