Toda mujer es virgen

Leo en un diario colombiano que la virginidad femenina está de moda. Hay hombres que ofrecen dinero a cambio de una chica intacta, debates televisivos retoman el tema y, lo más increíble, cada vez son más las jóvenes que aceptan ser penetradas por angostam viam (uso el latinismo por elegancia) con tal de mantenerse puras y limpitas. La supuesta noticia me lleva a pensar que toda mujer es virgen por definición. La idea no debe abordarse en un sentido anatómico. Al parecer muchas mujeres tienen la íntima convicción de que el hombre no ha llegado jamás a lo más profundo de ellas. Las mujeres que dicen esto no son anormales sino que gozan de una vida sexualmente plena, con orgasmos y placer. Están satisfechas con sus parejas pero, aún así, no dudan de que existe una parte definitivamente inalcanzable para el varón. Freud solía hablar del continente negro. Se refería a que la sexualidad femenina es un lugar oscuro y de difícil comprensión para los legos. La virginidad psíquica y afectiva está ligada no sólo a aquello que el hombre no ha podido tocar sino que también a eso que la mujer ha querido conservar. El tabú de antaño ya ha sido prácticamente superado. Pero la desfloración sigue siendo una prueba crucial o rito de iniciación. Casi toda las mujeres admiten que la primera experiencia sexual no fue precisamente satisfactoria. No sólo no sintieron nada sino que la pasaron mal, con dolores, soportando una conducta masculina definida por su torpeza. El varón inexperto ignora los tiempos de la femineidad. Desconoce la importancia que tienen la lentitud y el manejo del ritmo en el trato con chicas. Los hombres suponen que poseen a la mujer luego de haber entrado en ellas. Se equivocan. Apenas se les ha permitido dar un paseo que, al finalizar, será clausurado nuevamente. En conclusión. Toda mujer es y será virgen para siempre.

L.