domingo, 12 de agosto de 2012

Ciertas canciones

Ningún amor es para siempre. Ninguna vida o persona. Eso lo sabemos de sobra y es inútil insistir en tan obvia y conocida obviedad. Nos gustaría -claro- que algunas situaciones fueran eternas. Pero la palabra eternidad es tan efímera como su pronunciación. Hay ciertas canciones que se extienden en el tiempo y cada uno sabe bien por qué. Son canciones que misteriosamente duran. Y de eso no tienen la culpa ni las letras ni las melodías. No hay en ellas una virtud especial que no se relacione con algún instante vivido como se viven los instantes únicos. Estas frases se están volviendo melancólicas y será mejor, por eso mismo, terminarlas acá. Encima es domingo, brilla el sol y llueven recuerdos. Por alguna razón ciertas canciones se inscriben en el orden de lo eterno. Como un muerto que aprende a besar. Como un libro salvado del mar.
L.

No hay comentarios:

Publicar un comentario