L.
sábado, 4 de agosto de 2012
Un mundo mejor
Cuánto mejor el mundo olímpico si se lo compara con el mundo real o irreal plagado de guerras, odio de razas, masacres, genocidios, hambre, chatura, negocios y desesperación. Tan hermosas y esbeltas las mujeres que saltan sobre lonas, pistas o piletas dando vueltas por el aire en vuelos perfectos y sensuales. Tan arrogantes y alineados los cuerpos de los hombres que lanzan pelotas o balas al espacio. Tan felices los ganadores de medallas y aún los perdedores en un ambiente amistoso donde reina el intercambio y donde el cuerpo ocupa el lugar que ocupó siempre, ese que hoy pretende ser reemplazado por la pura virtualidad, las prótesis electrónicas, los cables, la nada. Cuánto mejor el juego y el fuego olímpico si se lo compara con el hielo sin gracia de los podridos poderes del mundo.
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