En otros tiempos se decía que la culpa de todo la tenía el sistema. Derrumbado el sistema todo andaría bien. Hasta en la cama y el baño. La idea anotada era común en la izquierda tradicional. La culpa la tiene el sistema. Es buen postulado. Pero si dejamos los problemas en manos del Otro es como lavarse las manos. Nos salvaríamos así de algo llamado responsabilidad individual. Siempre hay un margen de libertad propia. ¿Hay sistema opresor? Lo hay. ¿Llueve? Llueve. ¿Hace calor? Hace. ¿La ruta está llena de hijos de puta? Lo está. Pero ganaríamos bastante si en vez de quejarnos siempre por esto y por aquello pensáramos qué hacer con esto y con aquello. Responsabilidad. Libertad individual.
L.
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