domingo, 11 de septiembre de 2011

Caperucita Roja


Es casi un lugar común del psicoanálisis suponer que el temor de caperucita a ser comida por el lobo encubre el deseo inconsciente de que eso ocurra. El hambre del animal, visto así, pasaría por otro lado. En los sueños casi todo lo que tenga que ver con el acto de alimentarse alude al sexo por elevación. No por casualidad mujeres y hombres suelen decir que "comerían" a una persona que les gusta. Te voy a beber de un trago como una copa de ron, dice Nicolás Guillén. El subtexto de caperucita y el lobo feroz habla de lo mismo. Algunas chicas temen que les pase exactamente eso que desean profundamente. Hasta podría decirse que miedo y deseo duermen en la misma cama. El temor es una de las tantas formas que adopta el deseo para anunciarse. Las mujeres deberían pensar en esto con más frecuencia. Y en vez de eludir lo amado y temido avanzar justamente en la dirección prohibida. Hacerlo, además, no sólo en el terreno físico o sexual sino, también, en todos los campos de la vida.
L.

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